Es común sobre todo en países asiáticos que la gente lave el arroz antes de consumirlo, lo que tiene razones específicas relacionadas tanto con la higiene como con las propiedades culinarias del producto, y que se describen a continuación.
En algunos países debido a la forma en que se produce y almacena el arroz, éste puede estar sucio, es decir, puede contener elementos como tierra, restos vegetales e insectos. Al lavar el arroz es posible identificar y eliminar dichos elementos. También es posible que en ciertos lugares el arroz esté contaminado con arsénico o pesticidas, lo que sugiere que es apropiado lavarlo antes de consumirlo. Sin embargo, en países con altos estándares sanitarios es difícil, aunque no imposible, comprar un arroz sucio.
El arroz está cubierto de aceites naturales (lípidos) que con el tiempo pueden oler mal. Esto es notorio sobre todo en el arroz que ha sido almacenado por mucho tiempo. Si se lava, estos aceites son removidos del arroz, y el mal olor se reduce o desaparece.
Una de las razones más típicas que se dan para lavar el arroz es eliminar el exceso de almidón. El arroz tiene almidón tanto al interior del grano como en su exterior. El almidón del interior no se puede eliminar, pero el almidón exterior sí. Cuando se agrega agua al arroz, ésta toma un color blanquecino, que indica la presencia de almidón. Si el arroz se lava esta coloración se reduce o desaparece. El efecto que tiene retirar el exceso de almidón será que al cocinar el arroz será más posible obtener un arroz bien graneado, suelto y seco, como se observa en las recetas asiáticas.
En el caso del arroz integral no se obtiene el mismo resultado al lavarlo, debido a que todo el almidón se encuentra dentro del grano. Sin embargo, se recomienda remojar el arroz integral, ya que de esta manera quedará más blando y será más fácil digerirlo.
También hay casos en que es posible que no sea recomendable lavar el arroz. Previamente se mencionó que lavar el arroz permite obtener un arroz suelto y seco. Por el contrario, si el arroz no se lava, el resultado será un arroz cremoso y pegajoso, lo que es deseable en algunas recetas, como al preparar paella o rissotto.
Por último, otra razón para no lavar el arroz es que en algunos lugares el arroz se encuentra fortificado con vitaminas y minerales, y al lavarlo se pueden perder.
Lavar el arroz puede ser recomendable o no, dependiendo de cómo sea el arroz en el lugar donde vives. Si te has encontrado con arroz sucio o con olor extraño, es muy recomendable que lo laves antes de prepararlo. Por otro lado, si dispones de arroz limpio, la decisión de lavarlo o no dependerá del tipo de resultado que quieras obtener. Si quieres un arroz suelto y seco es recomendable lavar el arroz antes de prepararlo, para retirar el exceso de almidón. Si quieres un arroz cremoso y pegajoso, entonces es mejor que no lo laves, ya que el exceso de almidón ayudará a que el arroz quede con la textura que buscas.
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