Antes de condimentar las belly ribs recomiendo hacer unos cortes en la grasa para que se derrita mejor, y para que penetre mejor el humo. Así también tendrá una mejor presentación cuando esté cocida.
Luego retira la membrana que cubre las costillas. Esta membrana se separa del hueso con un cuchillo de mantequilla, para no romperla, y luego se arranca con ayuda de una servilleta.
Para condimentar la carne prepara el típico adobo chileno, mezclando 2 cucharadas de ají de color, 2 cucharadas de orégano, 1 cucharada de ajo en polvo, un tercio de cucharada de comino, pimienta negra molida a gusto, el jugo de dos limones (o su equivalente en vinagre de vino blanco), y 2 cucharadas de aceite. Mezcla bien hasta lograr una consistencia cremosa.
A continuación, cubre las costillas con el adobo chileno.
Después, agrega la sal. Es mejor poner la sal por separado para medir mejor la cantidad. Agrega la cantidad que desees.
Deja las costillas en el refrigerador durante toda la noche, para que la sal y el adobo se absorban bien.
Además, es recomendable que las costillas estén bien frías cuando las pongas en el ahumador, ya que así absorben más humo.