La carne debería haber tomado un color rojo oscuro, su superficie debería estar completamente seca, y su textura debería ser firme y turgente.
Puedes cocinar los bifes en una parrilla a máxima temperatura, en una plancha de hierro o en un sartén. Siempre a alta temperatura, ya que así se maximizará la formación de la costra.
Yo uso una plancha de hierro fundido, que pongo sobre mi parrilla a gas. La plancha es muy efectiva para sellar bistecs, debido a que toda la superficie de la carne queda en contacto con los fierros calientes.
Mientras se calienta la parrilla prepara una mezcla de mantequilla, ajo y romero y ponla a derretir, para que se fusionen los sabores. La grasa de la mantequilla intensificará el sabor de los alimentos, y sus proteínas ayudarán a que la carne tome un intenso color tostado.
La temperatura de la parrilla debe alcanzar 500°F, es decir, unos 250°C, como mínimo.
Pon a cocinar los bifes y dales vuelta a los 4 minutos. No los muevas mientras se cocinan, que en todo momento la carne esté en contacto con el calor de la plancha.
A los 8 minutos dale una segunda vuelta a la carne.
Cocina durante 6 minutos más, hasta completar 14 minutos en total, tres minutos por lado. En esta etapa empieza a agregar la mantequilla saborizada a la carne, por todos lados. Recomiendo usar una brocha de cocina para esta tarea.
Cuando la carne esté lista déjala reposar unos 5 minutos antes de cortarla.