Corta las cebollas en tiras (juliana), a lo largo, desde la raíz a la punta.
Pon la cebolla en un frasco y añade dos cucharaditas de sal y dos cucharaditas de orégano. Puedes usar los condimentos que más te gusten.
Por último, llena el frasco de vinagre. Puede ser vinagre de vino blanco o de manzana, o cualquier otro vinagre de color claro y transparente que te guste.
Almacena el frasco en el refrigerador durante 48 horas y estarán listas.