Ahora pon el repollo en un frasco apropiado, por ejemplo, un frasco conservero. El frasco debe estar bien limpio. Lávalo con agua y detergente antes de ocuparlo.
Idealmente el frasco deber tener boca ancha, para que sea más fácil envasar el repollo. Venden algunos frascos especiales para preparar chucrut, que facilitan el trabajo, aunque no son esenciales.
Pon el repollo en el frasco y aplástalo para que se vaya compactando. Debe quedar todo en el fondo del frasco, cubierto con su propio líquido.
El proceso de fermentación es anaeróbico, sin aire. Por eso debe quedar cubierto de líquido por completo. Si no es así, la parte que queda al descubierto se puede descomponer, o puede aparecer una levadura de mal olor. La sal también contribuye a crear un ambiente adecuado para la fermentación láctica.
Si falta líquido, puedes agregar agua hervida fría con sal, en la misma proporción, 20 gramos de sal por cada litro (Kg) de agua.
A continuación, tapa la preparación con las hojas que reservaste inicialmente. Si no lo hiciste, no importa. No son necesarias, pero ayudan a mantener sumergido el repollo en la salmuera.
Por último, pon un objeto pesado sobre el repollo, para mantenerlo sumergido.
No llenes el frasco hasta arriba, ya que el repollo libera gas durante la fermentación, haciendo que aumente el volumen y se salga el líquido.
En el video comenté que puedes dejar destapado el frasco, pero con la experiencia he cambiado de opinión, pienso que es mejor cerrarlo para minimizar la probabilidad de que aparezca levadura.