Mientras condimentas las costillas puedes aprovechar de poner a calentar el horno, a 125°C, o a lo mínimo que te permita.
El primer paso es preparar un rub o adobo seco para condimentar las costillas.
Mezcla 4 cucharadas de sal, 4 cucharadas de azúcar, 1 cucharada de pimienta negra molida, 2 cucharadas de ajo en polvo, 4 cucharadas de ají de color o paprika, y 1 cucharada de canela. Combinas bien los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.
Si las costillas tienen una membrana por el lado de los huesos, recomienda sacarla. Usa un cuchillo de mantequilla para separar la membrana de los huesos sin romperla. Hazlo en uno de los extremos del costillar. Luego, con ayuda de una servilleta, agarra la membrana y arráncala. Si tienes suerte saldrá toda de un solo tirón.
Parte condimentando las costillas por el lado de los huesos. Primero agrega mostaza amarilla, que servirá para adherir el rub a las costillas. Luego añade una cantidad moderada de rub.
Repite el proceso por el lado de la carne. Primero añade mostaza amarilla, y luego, agrega rub de forma abundante.
Guarda un poco de rub para después.