En primer lugar retirar la membrana que cubre una de las caras del filete.
Luego, retirar el cordón, que es el trozo de carne pequeño y alargado que acompaña al filete. Esta carne es blanda y jugosa, ideal para picar mientras se prepara el resto de la carne.
El filete tiene un extremo grueso y otro delgado, por lo que si se cocina así como viene, la parte delgada se cocina más que el resto. Por eso es recomendable atar la carne, de forma de darle una forma pareja al corte. Este método permite mejorar el punto de cocción cuando lo cocinemos.
Para amarrar la carne se usa un cordel de algodón común y corriente.
Recomiendo usar la técnica conocida como dry brine, o salmuera seca, que consiste en salar la carne con muchas horas de anticipación. Idealmente 24 horas. Así, la carne tiene tiempo suficiente para absorber la sal. Además, se deshidrata su superficie, lo que permite lograr una buena costra.
Para más detalles sobre la técnica dirigirse al enlace: Salmuera seca. La carne debe permanecer en el refrigerador y se retira 1 hora antes de cocinarla, para que se encuentre a temperatura ambiente al momento de ponerla en la parrilla.