Mezclar la salsa de tomate con 1 cucharadita de aceite de oliva y 1 diente de ajo triturado. mezclar y reservar para después.
Picar finamente el tomate.
Puedes usar los ingredientes que quieras, los que más te gusten, aunque como mínimo recomiendo usar salsa de tomate y queso.
Picar las aceitunas verdes en cuartos
Picar el salame
La pizza se cocina en un sartén de hierro fundido, que permite lograr resultados similares a los de la pizza a la piedra. Añadir un poco de aceite de maravilla al sartén. Opcionalmente añadir un poco de harina. Esto sirve para que la pizza no se pegue al sartén.
Poner la masa al centro y estirarla hacia los costados, hasta que cubra completamente la base del sartén. Si se llegara a romper la masa, habría que sacar un pedacito de masa de otro lado, para parchar la parte que se rompió.
A continuación, agregar abundante salsa de tomate, llegando hasta los bordes de la pizza.
Luego poner orégano. Es mejor poner el orégano al principio que al final, para que no se queme dentro del horno.
Además añadir sal y pimienta a gusto.
Poner el resto de los ingredientes: el tomate, las aceitunas, y el salame.
Finalmente añadir el queso. Al igual que la salsa debe cubrir hasta los bordes de la pizza. Al derretirse el queso se fusionará con la salsa de los bordes, y será contenido por el sartén. El calor del sartén hará que quede gratinado y crujiente.