En primer lugar, hay que condimentar los pollos.

Recomiendo cortar las pechugas en filetes, de forma transversal. De esta manera se cocina más rápido y parejo, sin que queden crudas al medio.

Para condimentar puedes usar cualquier combinación que te guste. La más sencilla es usar sal y pimienta negra molida. también recomiendo agregar alguna hierba, como orégano y tomillo. La mostaza también combina bien con el pollo.

Los filetes de pechuga se deben condimentar por ambos lados.

Recomiendo cortar los excesos de grasa y piel, ya que se derriten en la parrilla a gas y forman llamas, que pueden quemar la carne. Si prefieres no preocuparte de este problema quita la mayor parte o toda la piel.

Al condimentar debes hacerlo por debajo de la piel del pollo, de forma que los condimentos queden en contacto con la carne.

Separa la piel de la carne usando los dedos, de forma que quede un espacio donde meter los condimentos. Agrega sal y pimienta, mostaza si te gusta, orégano, etc.

Condimenta el pollo por todos lados, por arriba y por debajo, por fuera y por dentro de la piel.

Deja reposando el pollo y absorbiendo los sabores mientras preparas la parrilla.

Yo siempre pongo una plancha de hierro sobre la parrilla, para sellar mejor las carnes, y para evitar que la grasa derretida forme llamas y humo.

Calienta la parrilla a fuego medio o medio alto. Debe mantenerse alrededor de 200°C.

Si cocinas ambos, trutos y pechugas, parte con los trutos, ya que la carne con hueso siempre demora más en cocinarse. Pon las pechugas a la parrilla durante los últimos 10 minutos.

Los trutos estarán listos en 45 a 60 minutos, cocinando siempre con la parrilla tapada para mantener estable la temperatura. Dales vuelta a los trutos cada 10 minutos.

Las pechugas se cocinan rápidamente. Están listas en 12 minutos, aproximadamente. Cocínalas durante 6 a 7 minutos por lado.