Para deshuesar un truto de pollo se necesita un cuchillo pequeño, con punta y filudo, por ejemplo, un cuchillo puntilla, también conocido como cuchillo pelador.

Empieza haciendo un corte sobre el hueso, hasta llegar a él, y luego corta a lo largo del hueso, separando la carne. La parte de la articulación es la más compleja de separar, pero con paciencia se logra sin mayor dificultad.

No retires el cuello del pollo, ya que se derretirá en la parrilla dando sabor y jugosidad al pollo, y además quedará crujiente. Si no te lo quieres comer es mejor sacarlo después de que hayas asado el pollo.

Si lo deseas puedes marinar el pollo en alguna salsa. Si no, te recomiendo que lo sales moderadamente justo antes de tirarlo a la parrilla.

La parrilla debe estar a fuego alto, es decir, 250°C o más.

El pollo se asará rápidamente, vuelta y vuelta.

Pon a asar el pollo por el lado de la carne primero, para que se selle bien con la alta temperatura.

Dado que el cuero del pollo se derrite, debes estar atento a que se formen llamas que puedan quemarlo.

Es posible que el pollo se pegue a la parrilla. Si eso sucede espera a que se suelte solo. Cuando empiece a formarse la costra se soltará solo.

Dale vuelta al pollo a los 8 minutos. Cocínalo por 7 minutos más y estará listo.

Agrega sal y pimienta en el momento justo después de dar vuelta el pollo, de forma moderada.