El wok de acero inoxidable se debe calentar antes de añadir los ingredientes. Estará listo para cocinar cuando al tirarle agua ésta se convierte en gotitas que se mueven a toda velocidad sobre el acero (Efecto Leidenfrost).
Agrega un poco de aceite de maravilla, que es un aceite neutro y resistente a las altas temperaturas.
Luego añade el pollo, que se debe mover rápidamente si se quiere evitar que se pegue. Al moverlo también se cocina de forma más pareja, ya que algunas zonas del wok (base) estarán más calientes que otras (costados).
Cuando el pollo se empieza a ver medio cocido, se agregan las verduras, partiendo por las más resistentes al calor.
Primero la cebolla. Cada nuevo ingrediente debe mezclarse bien con los que ya estaban en el wok.
Luego el morrón verde, el ají verde, y el ajo.
A continuación, agrega el cebollín y los fideos chinos. Trata de distribuir bien los fideos en el wok, y mezclarlos con el pollo y vegetales.
Por último, añade la salsa oriental.
Sigue moviendo los ingredientes, constantemente, para que se mezclen bien y no se quemen. Después de 7 minutos aproximadamente, la comida ya debería estar lista, ya que los vegetales deben quedar al dente.
Apaga el fuego y agrega unas semillas de sésamo tostado.