El termómetro de cocina es una herramienta ideal para aquellos que quieran progresar y mejorar sus habilidades de cocina. Es útil sobre todo cuando se cocina con equipo desconocido, en que el cocinero no sabe con precisión el tiempo que demorará cocinar una receta.
Al final de este artículo también listo una serie de temperaturas, en °C y °F, que es ideal conocer: las temperaturas de cocina (fuego alto, medio y bajo), y las temperaturas de los puntos de cocción de los distintos tipos de carne: vacuno, cerdo y pollo.
Tips para comprar y usar un termómetro de cocina:
Hay algunos termómetros de punta gruesa, que no son de lectura instantánea. Este tipo de termómetros no es muy bueno, ya que se demoran mucho en dar una lectura de temperatura. No obstante, se pueden usar para medir la temperatura del horno o para cortes de carne gruesos, que se cocinan durante varias horas.
Recomiendo usar termómetros de lectura instantánea, que se caracterizan por tener una punta delgada.
Debes tener en cuenta que las temperaturas de cocina que vienen en los termómetros suelen no ser las más adecuadas para cocinar los distintos tipos de carne.
Un buen atributo de los termómetros modernos es que tienen imanes para pegarlos en superficies metálicas, y son resistentes al agua, lo que permite lavarlos.
También hay modelos con sonda a distancia, que tienen alarmas para avisar cuando la comida ha alcanzado la temperatura objetivo, o cuando se ha cumplido una cuenta regresiva previamente configurada.
Uso del termómetro de cocina:
El termómetro se debe insertar profundo en la carne. Idealmente en la parte más gruesa de la carne, que es la que se demora más en cocinarse.
En el caso de cortes grasosos como el lomo vetado, hay que medir la temperatura en varias partes, ya que si el termómetro se inserta justo en una veta de grasa la medición será imprecisa.
El termómetro debe insertarse en la carne, no en la grasa.