La sopa de pollo es un plato reconfortante y nutritivo, especialmente recomendado para personas enfermas. La sopa de pollo es beneficiosa para los enfermos ya que proporciona hidratación y nutrientes, y porque es fácil de digerir. Además, el caldo caliente puede ayudar a calmar una garganta irritada y a aliviar la congestión nasal, e incluso algunos estudios sugieren que la sopa de pollo puede tener propiedades antiinflamatorias, que ayudan a reducir los síntomas de resfriados y gripe.